Con el objetivo de crear un sector cafetalero más robusto y resiliente en los países centroamericanos de El Salvador, Honduras y Guatemala, USAID se ha asociado con la Universidad Texas A&M para ayudar a 25,000 pequeños caficultores a estar mejor preparados para enfrentar plagas como la roya del café y abrir sus puertas a mayores oportunidades económicas.

En los últimos años, los caficultores han experimentado pérdidas en sus cosechas debido a plagas y variabilidad climática. La roya del café ha afectado a la mitad del área cultivada en Honduras, Guatemala y El Salvador, lo que significó daños estimados en más de $1,000 millones de dólares solo en 2013.

El Proyecto “Café Resiliente en Centroamérica” ayuda a los caficultores a mejorar el manejo y procesamiento de sus cultivos y adoptar variedades de café resistentes a la roya y a la variabilidad climática. Al mismo tiempo, el proyecto ayuda a mejorar la calidad del producto y conecta a los caficultores con nuevos mercados. Para aumentar los medios de vida de las familias productoras de café, USAID promueve nuevas oportunidades económicas, particularmente en beneficio de mujeres y jóvenes, incluyendo la gestión de viveros, beneficiado del café, generación de energía, mercadeo, catación y actividades de venta al por menor, así como el barismo. De esta forma, las familias salvadoreñas pueden crear mejores vidas en sus hogares, y se reduce el riesgo de la migración ilegal hacia Estados Unidos.

Mediante investigación colaborativa con productores, técnicos y expertos en café, como el Instituto Norman Borlaug de Agricultura Internacional, el proyecto probará e identificará variedades de café resistentes a la roya y establecerá parcelas demostrativas, donde los caficultores podrán observar el desempeño de las diferentes variedades de café en condiciones de campo reales. Las nuevas variedades se pondrán a disposición de los caficultores a través de viveros con altos estándares de control de calidad.

El proyecto creará alianzas con cooperativas y asociaciones de productores de café, empresas privadas, diversas ONG e institutos de café para replicar y diseminar el conocimiento y las tecnologías aprendidas en las parcelas demostrativas en beneficio de más caficultores.

Por ejemplo, mediante una alianza con la Cooperativa CAPUCAS de Honduras, el proyecto ha establecido un centro de entrenamiento para productores de café enfocado en temas como cultivo de café resiliente, manejo eficiente de los recursos naturales y diversificación de la finca. En Guatemala, la alianza con Agropecuaria Popoyán, la cual produce plantones híbridos y nuevas variedades certificadas por su pureza, brinda capacitación sobre cultivos apropiados con híbridos.

Finalmente, el proyecto mejorará el acceso al financiamiento para pequeños productores que deseen adoptar prácticas climáticamente inteligentes, usando variedades resistentes y mejoradas y técnicas innovadoras para el procesamiento del café en pro de una mejor producción, mercadeo e inversión a largo plazo. Además, el proyecto promoverá el financiamiento para nuevos agronegocios que generen mayores ingresos y empleos en el sector cafetalero.